El carácter y las perspectivas del conflicto político-militar entre Rusia y el régimen actual de Ucrania

[ru] Характер и перспективы военно-политического конфликта между Россией и нынешним режимом Украины

[es] El carácter y las perspectivas del conflicto político-militar entre Rusia y el régimen actual de Ucrania

El carácter y las perspectivas del conflicto político-militar entre Rusia y el régimen actual de Ucrania generan muchas dis-cusiones, incluso entre nuestros compañeros. Voy a concentrarme sobre un momento, que es muchas veces ignorado, pero, por mi entender, es de clave importancia. Este momento es internacional por su carácter.

Vivimos en el mundo único, intervinculado como nunca antes, y al mismo tiempo dividido por las contradicciones antagónicas. Estas contradicciones no son homogéneas, sino de dos grupos como mínimo. Un grupo abarca las contradicciones de clase dentro de cada nación.  Cualquiera que sea nuestro deseo de su solución revolucionaria, no se debe dejar de ver la severa realidad. Ya hace tiempo, y más aún en nuestros días, se ha destacado al primer plano la contradicción entre la periferia dependiente del sistema capitalista mundial, que concentra la mayoría de la humanidad, y las metrópolis imperialistas, con los EEUU a su cabeza. Como previó V.I. Lenin ya hace cien años, el carácter de cualquier conflicto no se puede entender con certeza si no tomemos en cuenta su correlación con el antagonismo ahora principal a escala mundial, o sea, quién está a cual lado. 

Esto se manifiesta con rara claridad en el conflicto actual al-rededor de Ucrania. Al lado del regimen profascista ucraniano están todas las fuerzas de la oligarquía financiera transnacional encabezada por los EEUU? su mayor residencia y garante, con su puño de golpe, el bloque politico-militar de la OTAN. Todo el mundo restante se distancia de los EEUU, UE y OTAN que in-tentan el castigo ejemplar de Rusia, aunque capitalista, la que trató por primera vez a insistir con firmeza en sus derechos. Las que expresan sin tapujos su simpatía y su apoyo a Rusia, son las fuerzas de la orientación antiimperialista, siendo a su vez bajo el peligro del estrangulamiento imperialista.

Nosotros, participantes del movimiento de solidaridad con Cu-ba, sabemos con sobra la práctica inhumana del bloqueo económico, comercial y financiero. Por su medio, el imperialismo contemporáneo abusa de la interrelación objetiva del mundo actual, dirigiéndola contra los pueblos que no son de su agrado. Ahora, todo el poderío de esta arma se emplea contra la Federación Rusa.

Son las sanciones financieras, hasta la congelación de las reservas del Banco Central y del oro ruso en el extranjero.

Es la prohibición del intercambio científico, cultural y turístico.

Es el embargo del comercio, comenzando del bloqueo de los suministros de las tecnologías claves, piezas de repuesto y de complecto. Hasta ahora, no se llega hasta la prohibición de las compras de alimentos y medicinas, pero todo está adelante.

Ayer, el 1 de marzo, el ministro de la economía y finanzas de Francia pronunció la frase clave: los países de la UE quieren comenzar “la guerra económica y financiera total” contra Rusia. Joe Biden hablaba de lo mismo en el mismo día en su mensaje presidencial a la nación. Pero fue el ministro frances quien llamó las cosas con sus propios nombres con mayor sinceridad. Según él, las sanciones de la UE “deben golpear con rapidez y fuerza”. “Queremos atacar al corazón del sistema ruso, apuntamos a Vladímir Putin, pero también apuntamos a toda la economía rusa, y el pueblo ruso también va a sentir las consecuencias”.

Le Mair subrayo que las sanciones económicas y financieras son “muy eficaces”. En qué consiste su efectividad? “Causaremos el derrumbe de la economía rusa”. Si alguen cree que se trata solo de la economía rusa, le explican sin tapujos: “Es el mensaje que enviamos a todos los regímenes autoritarios que quieren lanzar el reto a la efectividad y peso político de las democracias en el planeta”. Quién es autoritario y quién no lo es, en esta lógica no cabe decidir a sus propios pueblos sino a Bruselas y Washington.

A estos senores no les preocupan los sufrimientos, la vida y la muerte de millones de personas. Si les preocupa algo, lo son, hablando con su cínico lenguaje, ‘las consecuencias de la destrucción de la economía rusa para la estabilidad monetaria y macroeconómica global”. Y ni siquiera eso es fundamental para ellos. La oligarquía financiera transnacional está lista a subvertir hasta la economía mundial, con la expectación de arruinar a sus rivales, saquear aún más a las masas populares en todo el mundo, con la intención de elevar sus superganancias, apagar las protestas sociales con el miedo de guerra y hambre, y fortalecer su dictadura.

La cruzada militar y económica contra Rusia se alinea ya con la otra, dirigida contra la República Popular China y su clave guardafronteras, la RPD de Corea. Es muy notable que los enemigos recalcitrantes de las democracias populares de Asia Oriental, que son Japón, Corea del Sur y Taiwán, se han alineado de inmediato a la guerra económica contra Rusia. Y la conflagración militar de la RP China y Taiwán separatista puede adquirir el carácter abierto en cualquier instante.

Es lógico que China se opuso a las medidas antirrusas, al con-denar por la boca de su representante del Ministerio del Exterior “la imposición de las sanciones unilaterales”. Según él, “las san-ciones no pueden solucionar los problemas existentes, sino pueden generar los nuevos”. Mencionemos su exigencia, “que la parte norteamericana no haga daño a los derechos e intereses legítimos de China y de otras partes en la solución de la cuestión ucraniana”.

En los últimos años, Washington trataba con celo incendiar la conflagración entre China e India, Paquistán e India, y subvertir la cooperación de India y Paquistán con Rusia y China. Sin em-bargo, ante la plena agudización de la crisis ucraniana, el 23 y el 24 de febrero, se efectuó con éxito la visita a Moscú del primer ministro de Paquistán, por primera vez desde 1999.

Antes de la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cuestión ucraniana, los EEUU incrementaron su presión sobre India, pero no lograron hacerla revisar su posición. India se deslindó sin tapujos de las sanciones antirrusas y de la política de la presión sobre Rusia, al mantener su capacidad de apelar a todos los lados del conflicto y coadyuvar a su solución diplomática. La misma posición ostenta la Asociación de los Países de Asia Suroriental (ASEAN), así como el régimen militar de Mianmar, país de la ubicación clave entre India y China.

El más nítido respaldo le prestan a Rusia aquellos Estados que ya hace mucho sufren en carne propia la agresión económica, y en muchos casos hasta la militar, por parte de Washington y sus satélites. Se trata de Cuba, Venezuela, Nicaragua, RPD de Corea y Siria.

En la Declaración del Gobierno Revolucionario del 26 de febre-ro, se subraya lo imposible de “examinar con rigor y honestidad la situación actual de Ucrania, sin valorar detenidamente los justos reclamos de la Federación de Rusia a los Estados Unidos y la OTAN”. Como la causa principal de la situación peligrosa, se destaca el rumbo expansionista de los EEUU que amenaza a la seguridad de Rusia. De esto testimonia “la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia”, y también “los movimientos militares realizados por los Estados Unidos y la OTAN en meses recientes hacia regiones adyacentes a la Federación de Rusia, precedidos de la entrega de armas modernas a Ucrania”. De esto se concluye: “La historia exigirá responsabilidad al Gobierno de los Estados Unidos por las con-secuencias de una doctrina militar crecientemente ofensiva fuera de las fronteras de la OTAN, que amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales”. En la Declaración del Gobierno Revolucionario se dice: “No es posible conseguir la paz cercando ni acorralando a los Estados… Rusia tiene derecho a defenderse”.

Al rechazar “la hipocresía y el doble rasero”, el Gobierno cubano recuerda que los propios “Estados Unidos y algunos ali-ados han utilizado la fuerza en múltiples ocasiones. Invadieron Estados soberanos para provocar cambios de régimen e in-tervienen en los asuntos internos de otras naciones que no se pliegan a sus intereses de dominación y que defienden su in-tegridad territorial e independencia”. Se menciona de especial la agresión de gran envergadura que Estados Unidos y la OTAN en 1999 lanzaron contra un país europeo como Yugoslavia. Los ini-ciadores de tales acciones son responsables de la muerte de cientos de miles de civiles, de millones de desplazados y de vasta destrucción.

El Gobierno cubano aboga “por una solución diplomática seria, constructiva y realista de la actual crisis en Europa, por medios pacíficos, que garantice la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad y la seguridad regional e internacional”.

Nuestros amigos latinoamericanos prestan gran atención al aspecto informativo y comunicacional de lucha, lo que es de prima importancia también para nosotros, como participantes del movimiento de la solidaridad internacional. Freddy Nuñez, el ministro de la comunicación e información de Venezuela, subrayó que el Occidente en el siglo XXI se ha renunciado de la libertad de información. Compañero Nuñez se solidarizó con los colaboradores de los recursos mediáticos rusos RT y Sputnik, a los cuales se les han prohibido trabajar en los países de la UE. Diego Sequera, periodista y politólogo venezolano, dijo de tal decisión de la UE como “nada sorprendente”, porque su fin era “formar la única vision de lo que pasa”. Lo mismo podemos decir sobre el bloqueo de los sitios de los medios estatales de Rusia en Facebook y Google.  

Nuestra fuerza reside en la verdad. Permítame concluir con las palabras de nuestro colega venezolano: “La censura de la UE nos molesta, pero no podrá silenciar a la verdad”.

¡Venceremos!
 

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