[ru] Праздники 8 Марта
Yo dedico mi intervención a la clara memoria de Elena Nikoláevna Jarlámenko, la cual podría intervenir mucho major que yo en esta fecha.
Para nosotros que nacimos en el país soviético, el 8 de marzo es el Dia Internacional de la Mujer, y seguirá siendolo para siempre. Entró en la conciencia y en la vida cotidiana de la sociedad tan profundo que hasta el regreso sociopolítico no pudo anularlo. A los adversarios se los queda tratar de privar esta fiesta de su esencia, apartándola de sus orígenes históricas.
El único medio para salvaguardar la memoria histórica es saber la verdad. Y la verdad histórica es compleja. Los destinos del mundo y de nuestro país se han formado así que el día del 8 de marzo ha incluído varias fiestas, distintas por su contenido histórico.
La primera fiesta es netamente proletaria, en el pleno sentido un “día rojo del calendario”. Los que saben la historia sí recuerdan que esta fiesta fue establecida en el año 1910 por el Congreso de la II Internacional por la iniciativa de Clara Zetkin. La fecha fue escogida en honor de las grandes huelgas de las trabajadoras alemanas, las cuales acabaron de obtener el derecho de participar en unas acciones sociopolíticas. En el siguiente año 1911, las y los trabajadores de varios países de Europa celebraron el 8 de Marzo por primera vez, con las acciones reivindicativas de sus derechos. En el año 1913, sigueron su ejémplo las y los compañeros de clase en Rusia.
Hoy en día vale recorder que el movimiento de las trabajadoras, la lucha del proletariado mundial en su integridad, y mayormente las revoluciones proletarias del siglo XX hicieron la contribución decisive en la causa de la emancipación femenina en todo el mundo, hasta en la emancipación de las mujeres de las clases poseedoras. Casi en todos los países, solo después del Octubre de 1917, y en muchos casos ya después de nuestra Victoria sobre el fascismo, las mujeres obtuvieron el derecho electoral y muchos otros derechos. Por el otro lado, como previeron los clásicos del marxismo, la mayor participación femenina en el movimiento de liberación social testomonia de su profundidad y gran porvenir.
Por lo visto, no es casual que la primera revolución victoriosa en la historia de Rusia inició en el día de 8 de Marzo de 1917, por el nuevo estilo del calendario ruso. Lo que acabó con el Imperio zarista no eran intrigas de las embajadas occidentales con los liberales burgueses de la “oposición de Su Majestad”, sino la clase trabajadora de Petrogrado. El señal decisivo dieron las mujeres cansadas de esperar de pan en las largas colas en el invierno de hambre de 1917. En su día memorable, las trabajadoras de Petrogrado iniciaron la protesta, seguida ampliamente por obreros, soldados y marineros. Así llegó la segunda fiesta de 8 de Marzo, porque las revoluciones suelen llamarse de fiestas del pueblo trabajador y explotado.
Con el triunfo de la Revolución de Octubre del mismo año, el día de 8 de Marzo obtuvo el tercer sentido. Se hizo la fiesta de liberación de todas las trabajadoras, las representantes del género oprimido, y también la parte doblemente explotada del pueblo trabajador, la cual fue elevada a la vida libre y humana solo con la revolución socialista.
El principal símbolo del primer Estado socialista, la hoz y el martillo, fue percibido como la expresión de la union obrero-campesina, lo que era justo por principio. Pero, si todo se reduciera a esto, por qué la historia prefirió la hoz y el martillo al otro símbolo no menos popular en los primeros años soviéticos, el arado y el martillo? Debía ser por la razón siguiente: en la conciencia del pueblo ruso de aquella época, el arado era una herramienta de trabajo de los campesinos varones, mayormente de los acaudalados porque los pobres carecían de su tierra, caballo y arado.
A su vez, la hoz era herramienta de trabajo femenino, la cual usaba cada campesina o labriega en campo familiar o en el campo del terrateniente. El símbolo de la hoz y el martillo significaba no solo la liberación de dos clases trabajadoras sino la de todos los explotados y oprimidos, tanto de los hombres como de las mujeres. Es característico que en el diccionario revolucionario se pusieron la hoz en el primer lugar, pese a la prioridad política de la clase obrera y hasta a pesar de la secuencia de alfabeto ruso.
La historia opta por el camino recto muy pocas veces. Ante todo, así es la suerte de las revoluciones tempranas, aquellas que generaron el socialismo del siglo XX. Así ocurrió con la fiesta de 8 de marzo. En los últimos decenios soviéticos iba perdiendo su intención “roja”, convirtiéndose en un “día femenino” general, así como el 23 de febrero iba tornándose del Día del Ejército Rojo y Soviético a un “día masculino”. En este contenido, ya cuarto por el orden, se puede ver un síntoma de la crisis de la sociedad soviética y la acumulación de las premisas de su regreso histórico. Por el otro lado, este mismo proceso era el reverso de los logros de la URSS. La construcción del socialismo elevó a la vida activa a decenas de milliones de personas procedentes de aldeas y poblaciones provinciales. Resulta claro que en la conciencia de masas salieron a la superficie unas formas arcaicas, tales como la tradición de festividades rituales, unas masculinas y otras femeninas. Se mantuvieron en la cultura de muchos pueblos del mundo, y en el país soviético obtuvieron las nuevas formas de su realización.
En la etapa histórica actual, la fiesta de 8 de Marzo recobra su contenido anticapitalista pleno. En la actividad política del género oprimido se destacan los países de América Latina, donde las protagonistas de la lucha libertadora han ejercido unos puestos máa responsables, hasta los presidenciales. En estos países, el 8 de Marzo es una de mayores fiestas revolucionarias.
Pero no se puede regresar al pasado como tal. Como nunca antes, la lucha proletaria actual es vinculada con el imperative de salvar a la humanidad de las consecuencias nefastas de la descomposoción y putrefacción de la sociedad vieja. Esto se relaciona directamente con la emancipación femenina.
El capitalismo contemporáneo priva a las personas de la perspectiva de la vida plenamente humana, y de su propia realización en el trabajo libre y la creación histórica. En sustitución falsa, les propone “realizarse” medianamente del cambio “libre” de su “orientación sexual”, y hasta de su género corporal por medio de los logros modernos de la biotecnología. Los síntomas de la putrefacción de la sociedad capitalista se confunden deliberadamente con los conceptos de la “emancipación” y del “feminismo”. A unas damas burguesas se las promueven como títeres a los puestos antipopulares, para usarlas con el fin de canalizar la ira popular más allá de la clase dominante y desacreditar la misma idea de la emancipación femenina.
No es sorprendente que millones de personas, que sufren los problemas mucho peores, perciber tales formas del “pluralismo” como una burla. Y les empujan a la salida falsa: rechazar a la emencipación “liberal y comunista”, prohibir la contracepción y los abortos, aunque sean por razones médicas, - qué sucumben las mujeres pero triunfa la “moral”! Se les proponen cerrar a la mitad de la humanidad dentro de las cuatro paredes del “hogar familiar” – quizás sea menos hombres desempleados sin daño para los intereses del capital y hasta con su gran provecho, porque los varones serían más conformes con los empleadores so pena de la muerte de sus esposas y niños de desnutrición y enfermedades. Se hace cotidiana tal forma del terror social como el cruel feminicidio. Resucitando a los estereotipos antifeministas, la reacción fascista trata de dividir al pueblo trabajador y dominarlo.
La hipocresía seudomoralizante no es otra cosa que el reverso de depravación perversa, reducto o olvido de los hartos del mundo viejo ante su fin inevitable. Así agonizaba otrora el esclavismo, y más tarde, el feudalismo. Ahora estamos en el ocaso de toda la prehistoria de la humanidad, y los muertos de espíritu ya pueden hundir a la muerte a toda la humanidad.
Para ganar su futuro, existe un solo camino espinoso entre los precipicios del liberalismo burgués y el conservatism burgués. Que nos ilumina el camino la fiesta de 8 de Marzo.